Una vecina de un pueblo de Castellón: "Al recuperar a mi tío de Cuelgamuros pondremos fin a una etapa"
Iván Checa
Juanita Barberá descubrió hace algo más de dos años que los restos mortales de su tío, Francisco Barberá Puig, fueron trasladados en el 1959 al antes conocido como Valle de los Caídos, ahora de Cuelgamuros, sin el consentimiento de su familia.
Desde entonces, esta vecina de la localidad castellonense de les Coves de Vinromà lucha junto a sus dos hermanos por traer de regreso a su tío al pueblo, un jornalero ajeno al frente de batalla que perdió la vida tras sufrir unas heridas por metralla al explotar un proyectil tras el paso de las tropas. «El hermano de mi padre no sabía ni lo que era una bomba», sentencia Juanita. Tras ello, supuestamente, Francisco Barberá guardaba descanso en el cementerio de Castelló.
Más cerca
Juanita, a sus 72 años, ve cómo su propósito está ahora más cerca de cumplirse. Un equipo de forenses accedía esta misma semana por primera vez a los osarios del mausoleo franquista para tratar de devolver los restos de 128 víctimas a sus familias, entre ellos los de Francisco Barberá y, en la Comunitat Valenciana, también los de Ángel Fernández.
«Decidimos en su día que mi padre lo hubiera hecho y que trataríamos de devolver a mi tío al pueblo», explica Juanita a Mediterráneo mostrando su «satisfacción» por los avances en el arduo y largo proceso, si bien con cierta desconfianza por el panorama político.
«Veremos si finalmente llega o si se olvida todo, aunque lo que no se nos irá es la memoria», sentencia la vecina de les Coves, esperanzada porque la recuperación de su tío les permitirá «poner fin a una etapa». Y es que no son los primeros en ir en busca de los restos de su familiar, pues antepasados suyos ya fueron en su busca a Castelló, «donde nos pensábamos que estaba en una fosa común del cementerio».
«En nuestra casa no hemos tenido nunca problema en conocer la historia, siempre sin tener odio a nadie», añade.
Fue un artículo de Xavi Bueso, del Grup per la Recerca de la Memòria Històrica de les Coves, lo que permitió estirar del hilo para descubrir el verdadero paradero de Francisco Barberá. «Tanto desde nuestro grupo, como del de Castelló, hemos seguido de cerca el caso y recopilado información para que la familia pueda dar con su paradero», apunta Bueso.
«Lógico»
Por su parte, desde el Grup per la Recerca de la Memòria Històrica de Castelló, Juan Luis Porcar celebra el avance e incide en que es «lógico» que «las familias puedan decidir dónde enterrar a sus seres queridos».
Aunque por ahora solo dos familias de la autonomía están inmersas en el procedimiento para recuperar los restos de sus seres queridos, Porcar sostiene que en Castellón hay otras dos interesadas que podrían sumarse próximamente.
Alrededor de 33.000 cuerpos en toda España fueron llevados al mausoleo que Francisco Franco inauguró en 1959. De ellos, 1.727 se trasladaron desde municipios castellonenses, la cifra más alta de toda la Comunitat Valenciana, al ser la provincia un importante escenario de la Batalla de Levante. Lo hicieron desde Castelló, Vila-real, l’Alcora, Sueras, Burriana, Betxí, Morella, Alcalà de Xivert, la Torre d’en Besora o Cinctorres, entre otras poblaciones.
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