La historia es bien conocida en toda la provincia. En 1947, una niña de ocho años de les Coves de Vinromà, llamada Raquel Roca, afirmaba haber sido testigo de apariciones de la Virgen María, que se producían en la cueva de la Campana, en la Morería, un paraje muy cercano al municipio.

Lejos de ser interpretadas como signo de una imaginación infantil desbocada, sus afirmaciones encontraron eco entre los vecinos y el párroco del pueblo, que empezaron a propagar la buena nueva. Raquel afirmó que el 1 de diciembre de aquel año iba a aparecerse la Virgen en ese lugar. No solo eso: iba a tapar el sol de mediodía.



En primer plano, Raquel Roca de niña. MEDITERRÁNEO

Las crónicas de la época cifran en 350.000 las personas que allí se reunieron para presenciar el milagro, llegadas desde toda España, incluidos enfermos e inválidos que esperaban que con la aparición llegara también su curación. Dieron las 12.00 y, entre la desilusión de la multitud, nada sucedió.

La que no es tan conocida es la historia de la niña tras su profecía incumplida.

Marcha de les Coves

Nada fue lo mismo para la familia Roca Tirado después de aquello. Un traslado laboral de Emilio Roca les llevó a Barbastro (Huesca), donde Jacinta, la madre, falleció. El padre se volvió a casar con una mujer con la que, al parecer, no se llevaban bien ni Raquel ni su hermana, Carmen, que se fueron a Lleida. De allí se trasladaron a Barcelona, donde trabajaron como sirvientas en la casa de una familia acomodada.


En este punto el contacto de Raquel con su padre había desaparecido totalmente. También, cuentan las crónicas de la época, cortó lazos con su hermana, que pasó dificultades. De su hermano Félix poco se supo hasta su trágico final: murió asesinado en abril de 1981 en el Grau de Castelló.

Raquel estudió para ser enfermera y se casó con un pediatra de Barcelona, con el que vivía en una mansión. Tuvo tres hijos y uno de ellos murió de cáncer.

Vuelta a les Coves

Es bastante probable que quien había sido la protagonista de uno de los acontecimientos más polémicos del siglo XX en Castellón se sintiera avergonzada por lo sucedido, lo que hizo que cortara todos los lazos que le unían a les Coves.

Se casó con un pediatra de Barcelona y cortó todos los lazos que le unían a su familia

Se supo que volvió al menos en una ocasión muchos años después, en 1993, para realizar trámites relacionados con una vivienda de la familia tras el fallecimiento de su padre, que había vuelto al pueblo. "Ni siquiera me preguntó cómo había muerto, si sufrió, dónde estaba enterrado...", recordaba una persona que habló con ella entonces.

Y es que no estuvo presente ni en el entierro de Emilio, pese a que los últimos pensamientos del hombre fueron para Raquel. Quienes estuvieron presentes en sus últimos momentos explicaron que murió llamándola.

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