La casa-museo de la memoria histórica de un pequeño pueblo de Castellón
Juan Tena, un covarxí de 80 años, ha dedicado los últimos tres lustros a recopilar herramientas, objetos e indumentarias de trabajos tradicionales de su pueblo para que no caigan en el olvido
Raül Badenes 04·05·23 | 06:00
Castellón es una provincia rica de pueblos con encanto. Uno de ellos, situado en la comarca de la Plana Alta, es les Coves de Vinromà. Allí se puede disfrutar de una jornada completa. A nivel cultural son obligadas las visitas a la Ermita de San Vicente Ferrer, del siglo XVII, o la Iglesia Antigua, datada en el siglo XIII, sin olvidar pasarse por la Iglesia de la Asunción, una joya arquitectónica más reciente construida entre finales del siglo XVIII y principios del XIX.
Si uno quiere coger fuerzas, El Surtidó o El Talismán son dos buenas opciones para cargar las pilas y deleitar al estómago antes de culminar el paseo por el término municipal de les Coves por la Casa fortificada de los Templarios, o Casa del Temple; o las Murallas (ambos monumentos catalogados como Bien de Interés Cultural).
El proyecto de un covarxí
A estos atractivos, el programa cultural de esta coqueta localidad castellonense deberá añadir otro: la casa-museo de Juan Tena. Este covarxí de 80 años ha dedicado los últimos 15, desde que se jubiló de su trabajo como peón en el Ayuntamiento de su localidad natal, a recopilar toda clase de objetos e indumentarias relacionados con oficios tradicionales de les Coves de Vinromà. Su pasión por el coleccionismo, que cultiva desde pequeño, es una de las motivaciones. "Las llaves -de las que guarda una numerosa colección- fueron los primeros objetos que empecé a coleccionar. Todas las que me encontraba iban a parar a casa, ante el enfado de mi madre. Ella las tiraba y yo las volvía a recoger", recuerda Juan con nostalgia.
Otra, cómo no, intentar que oficios ya en desuso, como el del sereno, el 'envasador', el 'caminer' o el 'agutzil' (alguacil), no caigan en el olvido. Y con su esfuerzo personal a fe que lo está logrando. Juan, con la inestimable colaboración de su esposa, Vicenta Roca, ha convertido su casa de les Coves en un verdadero museo. De momento, "solo privado", para deleite personal o de sus más allegados, aunque ya ha recibido alguna visita del alumnado del colegio de Primaria de les Coves, para que los más pequeños conozcan de primera mano esos oficios de los que han oído hablar en alguna ocasión de boca de sus abuelos y abuelas.
Oficios extintos
Juan conoce cada detalle de todos y cada uno de los oficios que se exponen en la casa familiar. Él, con la cómplice colaboración de su esposa Vicenta, sigue alimentando el espectacular museo en el que se ha convertido la vivienda y que no cesa de enriquecer con nuevos objetos y recuerdos. Allí, uno se encuentra con el esquilador; o el sereno, con su típico 'farolet'; o el 'caminer', como su nombre indica, la persona encargada de hacer los caminos.
En cierta medida, Juan también fue 'caminer' hace unos años, aunque un 'caminer' moderno, cuando trabajó en las obras de la carretera que une su pueblo con la Pobla Tornesa. Aunque si tenemos que hacer un recorrido por la vida laboral de este covarxí, la lista de tareas que ha desempeñado es larga. Apunten. Agricultor, recolector de miel durante dos décadas, trabajador de la construcción, empleado en una granja de pollos o, en sus últimos años en activo, peón de obra para el ayuntamiento de su pueblo.
La del 'envasador' es una de esas tareas que ha aniquilado el progreso. "Se trataba de la persona que hacía de mediador entre el vendedor y el comprador. Era la persona, digamos, neutral, que establecía el peso y, por tanto, el precio a pagar. Su tasación iba a misa", explica Juan sobre uno de los oficios más curiosos que rescata en su casa-museo, donde se exponen piezas que "podrían ser hasta de la época de los romanos", apunta, aunque la pieza más antigua que está datada -"con la fecha impresa y legible"- es una teja de 1922. Sin embargo hay otros objetos que tendrán siglos y siglos.
Objetos reciclados
¿Y cómo ha conseguido Juan todos estos tesoros? Pues, curiosamente, prácticamente toda la colección que expone Juan Tena en su casa es reciclada. "Casi todo lo he recogido del vertedero", dice este coleccionista vocacional, que mantiene toda la ilusión intacta por este proyecto personal, motivo de orgullo no solo para él, sino para toda su familia y todo un pueblo, les Coves de Vinromà, que mantiene vivo el recuerdo de parte de su historia y de sus habitantes, como Miguel Muñoz el 'Envasador', Vicente Navarro el 'Teuler', Vicente Zaragoza el 'Sereno', los 'agutzils' Bautista Villaplana y Vicente Nos, los 'guàrdies de camp' Luis Adell y José Miguel Forés... la memoria de todos ellos se mantendrá viva en el tiempo gracias a la perseverancia de Juan, el único hombre de la provincia capaz de levantar un 'museo' por sí solo.
ELPERIODICOMEDITERRANEO
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