Los alcaldes de
andan estos días con la calculadora a cuestas. Antes del próximo mes de abril todos están obligados a implantar un nuevo tributo para pagar íntegramente los gastos derivados de la gestión de los residuos. Y aunque la nueva tasa, impuesta desde la Unión Europea (UE), implicará sí o sí que tanto particulares como empresas paguen más por la basura (las tasas deben ajustarse a lo que realmente cuesta el servicio), los ayuntamientos buscan a contrarreloj fórmulas con las que amortiguar lo que muchos han bautizado como el basurazo.elperiodicoMediterraneo
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