La provincia de Castellón se ha convertido en todo un punto de referencia para los aficionados a la bicicleta. La provincia más septentrional de la Comunidad Valenciana ofrece una diversidad de paisajes y una rica cultura que la convierten en un destino ideal para los amantes del ciclismo, tanto de carretera como de montaña. Un marco perfecto que se acompaña del suave clima mediterráneo durante la práctica totalidad del año, lo que resulta idóneo para la práctica de este deporte.
Especialmente los ciclistas que practican mountain bike pueden encontrar en las pistas y sendas castellonenses un amplio abanico de alternativas, dada la escarpada orografía que tiene un territorio plagado de parques naturales y entornos naturales únicos. En este escenario se encuentra la Ruta Transcastelló, un recorrido circular de más de 500 kilómetros y 12.000 metros de desnivel positivo acumulado que atraviesa tanto montañas como llanuras, brindando una experiencia única para ciclistas de todos los niveles. Una ruta que no sólo permite descubrir la naturaleza en su estado más puro, sino también explorar el patrimonio histórico y cultural de los pequeños pueblos que salpican cada una de sus comarcas.
Un desafío apto para todos
Bajo el amparo del Patronato de Turismo de Castellón, la Ruta Transcastelló nació con el objetivo de promover el cicloturismo en la provincia y fomentar el contacto con el entorno natural de una manera sostenible. Para ello se diseñó un trazado con el objetivo de unir las principales áreas de interés natural y cultural. Esto la convierte no sólo en un reto deportivo, sino también en una oportunidad para conocer los secretos mejor guardados de la provincia.
Se trata de una travesía diseñada para ser accesible a ciclistas de todo tipo de condición física. A pesar de contar con un trazado predeterminado, esta ruta no cuenta con un punto de salida y llegada fijo, sino que se puede empezar y finalizar en cualquiera de sus puntos de paso. De esta manera, el propio deportista es el que puede escoger una única etapa a recorrer, encadenar varias de ellas o, para los más experimentados, hacerla en su totalidad.
Además, existen numerosos servicios a lo largo del recorrido que facilitan la experiencia del cicloturista. Desde alojamientos rurales hasta talleres de reparación de bicicletas, la provincia de Castellón está bien preparada para recibir a los amantes de las dos ruedas.
Asimismo, el apoyo local, sumado a la creciente popularidad del cicloturismo, ha hecho que la Ruta Transcastelló se consolide como una de las principales ofertas turísticas de esta privilegiada zona mediterránea. Y todo ello pasando por entornos de alto valor natural y paisajístico como el Desert de les Palmes tan cercano a Castellón y Benicàssim, la sierras de Irta, Valldangel y Espadán, la comarca de Els Ports o el macizo del Penyagolosa, entre otros.
Un recorrido a medida de cada ciclista
De esta manera, la Ruta Transcastelló ofrece un amplio abanico de posibilidades al ciclista que quiera disfrutar de una simple jornada o a aquel que quiera emprender una auténtica aventura. Algo que se puede afrontar sin problemas y sin llevar un abultado y pesado equipaje a cuestas, gracias a las numerosas localidades que atraviesa, con todo tipo de servicios y comodidades.
No obstante, y a pesar de no contar con un punto de salida y meta fijo, sí que se pueden delimitar una serie de etapas a recorrer. Unas etapas que no disponen de señalización propia, pero sí que se pueden seguir a través de un track que completa un atractivo recorrido circular. Así pues, y dado su carácter libre que permite al ciclista abordarla autónomamente, cada usuario puede decidir dónde empezar esta aventura de forma personalizada.
Costa e interior
Tomando como posible punto de partida la localidad de Benicàssim, la Ruta Transcastelló se adentra al corazón de la provincia rumbo a poblaciones como La Pobla Tornesa, Vilafamés o San Joan de Moró en plena comarca de la Plana Alta. Un primer tramo se caracteriza por su suavidad, con pendientes ligeras y paisajes que van tornándose más agrestes conforme se avanza hacia las montañas.
Algo que el ciclista se encontrará de manera paulatina de camino a Ribesalbes, Toga y Fuentes de Ayódar, en dirección al interior de la provincia de Castellón, antes de emprender un giro hacia el norte rumbo a Zucaina. Aquí, el ciclista ya se encontrará inmerso en el Alto Mijares, con las cumbres del Penyagolosa como siguiente punto de referencia.
Desde este punto la ruta continuará rumbo al norte de la provincia hacia Vistabella del Maestrat, Villafranca del Cid y Morella como parada obligatoria para disfrutar de uno de los pueblos más pintorescos y mejor conservados de la provincia de Castellón en un entorno inigualable y con una gastronomía exquisita.
De camino a la costa, los aventureros pasarán por Catí, Tirig o Sant Mateu o ya en la comarca del Bajo Maestrazgo, con rumbo a Peñíscola, para volver a pedalear junto al Mediterráneo hasta Alcossebre. A partir de ahí la ruta volverá de nuevo al interior para pasar por Coves de Vinromà, Vilanova d’Alcolea y Cabanes, para enfilar de nuevo camino a Benicassim.
Auténtico cicloturismo
Este recorrido en bicicleta –BTT o gravel preferentemente- es toda una aventura a medida de cada ciclista, así como la mejor invitación a descubrir una provincia diversa y rica en historia, cultura y naturaleza, a través de rutas y pistas de lo más variadas, que convierten a la Ruta Transcastelló en un punto de referencia para todo amante del cicloturismo.
La presente actuación se enmarca en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, financiado por la Unión Europea-Next Generation-EU. Esta ayuda se incardina en el Componente 14 Inversión 1 del Plan de Recuperación, denominado «Transformación del Modelo Turístico hacia la Sostenibilidad”.
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